El tiempo (casi) no ayuda…
Tu progresión no depende del tiempo dedicado a estudiar sino de la calidad de tu trabajo personal: tocar durante horas sin tener una idea clara de lo que estás buscando es tiempo perdido. En otras palabras, para mejorar tu toque hay que optimizar la calidad de tu estudio.
Antes de tocar: preparar su sesión de estudio
Instalarse cómodamente: tener organizado tu espacio de trabajo, con todo el equipo necesario (metrónomo, cejilla, atril, lápices de colores…) a tu alcance. Acordarse: tomar el tiempo de situar la pieza estudiada en su contexto musical (tonalidad, ritmo…). Escuchar: antes de tocar, bien impregnarse de la pieza estudiada escuchándola y visionando el vídeo del curso; contar los tiempos (para el flamenco, hacer las palmas).
Durante el estudio: organizarlo
Cortar: localizar las pausas naturales de la pieza estudiada para dividir el trabajo y centrar tu esfuerzo en secuencias cortas. Darse un solo objetivo de trabajo por secuencia (digitación, compás, intensidad…). Bajar el ritmo: trabajar muy despacio pero a compás, tomar en cuenta cada detalle; la lentitud es el indicador de tu precisión. Contar: utilizar el metrónomo y variar el tempo, contar el pulso mientras tocas. Para el flamenco, saber entrar a compás. Variar: para cualquier pieza, probar diferentes técnicas, digitaciones, intensidades y compararlas.
Tocar en público
Lanzarse: una falseta o una pieza se sabe solo cuando eres capaz de tocarla en público. Es imprescindible tocar para tus amigos, tu familia, antes de aumentar tu audiencia. Improvisar: montar en directo una secuencia flamenca con las falsetas que ya tienes. Interpretar: hay que transmitir sentimientos, no sonidos.